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martes, 15 de julio de 2008

no es glamoroso, es triste

Ser ateo y libertario no es algo de lo que uno pueda jactarse. Más bien es algo que se sufre.

En estos días he pensado en hacer una bolita con mi conciencia y mandarla a volar de una patada, para luego perseguir una carrera política o un puesto como funcionario público. Pero no hay caso, por más que duela no puedo hacerlo.

En otros momentos de angustia he intentado meterme con los budistas, con los musulmanes, con los católicos y con los mormones. Así, si no me pueden ayudar sus dioses, al menos me darían una mano los fieles.

Y termino siempre igual, aceptando que no creo en Dios ninguno y que no podría resistir vivir en la mentira. Tampoco creo en el Estado.

Es durísimo pensar que nadie podrá intervenir para salvarte. Ni Dios ni el Estado son entes capaces de darte de comer, vestirte, sanarte, alegrarte, etc. Claro que alguien puede hacerse sacerdote y político para robarle a sus vecinos, pero eso resulta imposible para una persona moral.

Quizás algún día mi moral se me haga demasiado molesta y pueda deshacerme de ella. Mientras tanto sufro pensando que no puedo rezar esperando que mi suerte cambie, ni hacer manifestaciones exigiendo dinero como si fuera maná que va a caer del cielo.

Definitivamente, ser más inteligente no te hace ser más feliz.

3 comentarios:

Tania dijo...

Unfortunately..."ignorance is bliss"...jajaja (laugh with a sad face)

tu deberias ser politico y yo ama de casa...asi no tendriamos que quejarnos de nada.

Pero bueno, como tu dices, es una decision conciente jajaja lo que quiere decir que soy mas feliz pensando (aun cuando no lo soy todo lo que quisiera) que haciendo lo que me dicen solo porque si.

Asi que si decides seguir tus principios vas a ser mas feliz de lo que serias no siguiendolos...espero que dentro de poco lo seas mucho mas ;)

Unknown dijo...

En algún lado escuché que la religión y el amor son inventos del hombre para protegerse del sin sentido de la vida. Así que ser libertario y ateo, considero, es andar por la vida sin ningún tipo de protección, sin un colchón que te amortigüe, es como irte de parranda con un montón de borrachos y no probar gota de alcohol, como entrar a ver una película 3D y no traer los lentes especiales, como una cirugía sin anestesia, es andar siempre lúcido, viendo la realidad cuando los demás se inventan cuentos de hadas. Claro que no es glamoroso, pero ha de requerir bastantes pelotas...

Unknown dijo...

La gente por lo general cree que uno se regodea en este tipo de convicciones, pero tristemente, como bien dices, no es así. Mi familia piensa que me gusta armar panchos de a gratis jajajajaj que la paso muy bien vociferando y haciendo bulla a la menor provocación y cuando me reclaman, siempre termino diciendo: "¿pero a poco crees que a mí me gusta ser así, que disfruto esto?" Pues no, sería más sencillo ser menos complicado.