Insignia identificativa de Facebook

lunes, 11 de enero de 2010

telenovelas

Chávez instó a producir telenovelas socialistas. Acá va una idea:

La mucamita sufre trabajando para una familia de clase media alta, hasta que la situación de esta familia empeora y deben despedirla. Recibe su indemnización e ingresa a un programa de capacitación del gobierno. Allí conoce a un profesor joven, atractivo y comprometido con la causa socialista. Se enamora y comienza a militar activamente. El profesor y la mucamita se hacen amantes. Ella queda embarazada. Pasan penurias porque él tiene solamente el trabajo de profesor (unas pocas horas), ella sigue desempleada y el gobierno no les da una asignación familiar que les permita mantenerse. Trabajan incansablemente por la causa y logran que su movimiento socialista llegue al poder. El profesor es elegido ministro de desarrollo social y nombra secretaria a su esposa. Como primera medida, imponen una reasignación de viviendas. En el momento cúlmine, los tres entran tomados de la mano a la casa de la familia que había explotado vilmente a la mucamita.

Pero para equilibrar cuento la versión capitalista:

La mucama es despedida. Se da cuenta del problema de la inestabilidad laboral en el sector. Funda una empresa que brinda servicios de limpieza y cocina. Proporciona estabilidad laboral a sus empleados con lo que consigue a los mejores y eso le permite a su vez conseguir también los mejores clientes. Comienza a obtener contratos para brindar servicios en los barrios privados y en edificios de apartamentos completos, ofreciendo incluir el servicio en las tarifas de gastos comunes. Rápidamente su empresa ha crecido y es reconocida como una mujer exitosa. Mientras tanto, la relación con uno de sus asistentes se ha ido fortaleciendo por la intimidad a la que los obligan las largas horas de cada jornada. Se enamoran y se van a vivir juntos. Deciden tener hijos, por lo que para facilitar la situación firman un contrato prenupcial con sus condiciones (de común acuerdo) y se casan por civil. El momento cúlmine es cuando la mucamita, ahora una mujer poderosa, tiene a su hija en el hospital. Su marido está al lado de ella. Los tres sólos en la habitación. La cámara muestra entre los númerosos regalos un oso de felpa con una tarjeta enviada por la familia que le dio su primer empleo. Dice simplemente "Nuestras sinceras felicitaciones"

No hay comentarios: