Tomado de ACOPRO
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Por Gustavo Sosa
Muchas personas se quejan de los consultores diciendo que se trata de gente que te dice cómo hacer cosas que ellos no saben hacer. A pesar de que se dan problemas puntuales, el camino típico en la carrera del consultor desmiente ese mito. Usualmente se trata de personas que crecieron profesionalmente en determinada industria y que eventualmente llegaron a un punto en el que no podía crecer más siendo empleados. Dado su conocimiento acumulado, entonces optaron por deslindarse de las relaciones de dependencia y hacer el mismo trabajo que hacían antes, pero como un servicio brindado a terceros. Con eso ganan libertad, más clientes (podrían llamarse jefes) y más dinero.
Quizás la ventaja fundamental a la hora de contratar a un consultor (o simplemente a un técnico) es que esa persona estará dedicada de lleno a la tarea que se le asigna, sin tener que repartir su atención entre varias actividades. Otras veces aporta un conocimiento que no tienen el propio empresario ni sus empleados. O también puede ser algo tan sencillo como saber hacer las preguntas correctas.
En los dos primeros casos es muy difícil evitar la contratación de un consultor si realmente se quieren obtener resultados inmediatos. En el tercer caso, con un poco de tiempo y honestidad dentro de la propia empresa se puede lograr mucho.
Redacté un listado de preguntas que son habituales para la evaluación de cualquier compañía y permiten identificar las áreas problemáticas y aquellas que representan las mejores oportunidades de mejora. No se trata de lo mismo, hay cuatro alternativas:
a)El área funciona mal, da pérdidas o nunca dará suficientes ganancias y por lo tanto debe ser eliminada.
b)El área funciona mal, pero con una inversión puede ser bastante rentable.
c)El área funciona bien, pero puede que de pérdidas (quizás es una actividad inútil muy bien hecha) o no da ganancias suficientes. Si no se puede transformar para aumentar la rentabilidad hay que eliminarla.
d)El área funciona bien, da buenas ganancias, pero si se le invierte será todavía mejor.
Sin entrar en detalle, porque eso me llevaría escribir todo un libro, las preguntas que le permitirán saber más sobre su empresa son:
1.¿Cuál es la rentabilidad total de la empresa?
2.¿Está dividida por actividades o empresas subsidiarias? ¿Cuánto es la rentabilidad o pérdidas de cada una?
3.¿Dónde están los cuellos de botella en la producción?
4.¿Qué tareas emplean más recursos humanos?
5.¿Qué actividades o equipos consumen más energía?
6.¿En qué actividades hay más desperdicio de materia prima? El almacenaje de materia prima, producto en proceso o producto final también cuenta como actividad.
7.¿En qué puntos se evalúa la calidad del producto? ¿Se realizan controles durante el procesamiento y durante el almacenaje, al principio o al final?
8.¿Hay personas heridas habitualmente en alguna actividad?
9.Cuando una de sus máquinas sufre una avería, ¿cuánto tiempo lleva ponerla de nuevo en funcionamiento? Liste los tiempos para cada máquina.
10.¿Qué insume más tiempo? ¿Obtener los repuestos, preparar el trabajo, realizar la reparación o encender de nuevo el equipo?
11.¿Qué equipos interrumpen toda la producción cuando deben detenerse?
12.¿Tiene equipos o estructuras en desuso o que se utilizan muy pocas veces?
13.¿La disposición de los equipos deja espacio libre o es complicado realizar tareas de mantenimiento?
14.¿Es fácil limpiar todos los espacios en su planta?
15.¿Tiene terreno disponible en el predio?
16.¿Tiene mano de obra ociosa en algún momento?
17.¿Esa mano de obra está capacitada para realizar tareas de montaje industrial?
18.¿Cuenta con fondos propios que le permitan hacer inversiones en su planta?
19.¿Cuenta con garantías que le faciliten el acceso a líneas de crédito?
20.¿Cuánto valdrían sus equipos si los vendiera?
21.¿Cuánto costaría comprar equipos nuevos para reponer los que tiene?
22.¿Hay actividades que le generen pérdidas?
23.¿Cuáles son las actividades que le dan más ganancias?
24.¿Qué actividades le evitan pérdidas?
25.Pensando en cualquiera de las actividades de su empresa: ¿Tiene posibilidades de realizar esa actividad con un tercero a un costo más bajo?
26.¿Qué actividades agregan más valor al producto final?
27.¿Qué necesita para mejorar esas actividades, ya sea en calidad o en productividad?
28.¿Cuánto costaría hacerlo?
29.¿Cuándo podría hacerlo?
Respondiendo a estas preguntas descubrirá muchos detalles sobre la planta que se le habían escapado. No importa que pueda responderlas mentalmente de una forma estimada, debe tomarse el trabajo de pasearse entre los equipos, hablar con el personal y revisar los libros contables. Se garantiza un resultado sorprendente.
Además, mientras se responde el cuestionario se traza un plan de mejora para que su empresa sea más rentable en el futuro.
La información es poder. Si usted no tiene información sobre su empresa, entonces no tiene poder sobre ella.
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